Crítica de ¡Rompe Ralph! (Contiene spoilers)

Hoy he podido asistir, junto a mi pareja, al preestreno en Madrid del último clásico animado de Disney, ¡Rompe Ralph!. Era un filme en el que tenía puestas muchas esperanzas, pero jamás pensé que sentiría lo que he sentido hoy en esa butaca. He percibido esa magia Disney que creía perdida y que jamás podría volver a vivir, creo que desde Hermano Oso no he vuelto a sentir algo igual con un clásico de la compañía (con Toy Story 3 o John Carter si lo he vivido, e incluso con El origen de los Guardianes también, pero no es lo mismo).

El contexto en el cual la he vivido no era el más positivo del mundo, ya que delante nuestra nos tocó un inepto que no paraba de decir tonterías, pero en fin, eso no es lo que vengo a contaros.

El argumento de la película era de lo más prometedor y original. No hay ningún clásico similar en el canon de Disney y eso os lo puedo garantizar. Cameos de diversos videojuegos (escasos y breves, todo hay que decirlo) y las ansias de un protagonista que anhela un futuro en el que no se sienta el malo, ni temido ni repudiado. 

La película hace que llegues a ponerte en el papel de aquellas personas que por cualquier situación o circunstancia son marginadas o apartadas, lo que hace que mucha gente pueda sentirse identificado, ya que seamos de la manera que seamos siempre necesitamos una mano amiga o una persona que nos entienda a nuestro lado. 

Lo que en un principio, después de ver los trailers, parecía una cinta trivial y hecha única y exclusivamente para el entretenimiento, ha resultado ser un filme con contenido y con un fondo que puede hacer que hasta el más duro suelte una lágrima. 

Personajes:

Ralph: Detrás de esa fachada de hombre duro y rudo, se esconde un personaje que tiene muchas carencias en su vida, ya que después de 30 años desempeñando el mismo trabajo y siendo tan imprescindible como el propio héroe de su videojuego, no encuentra el más mínimo reconocimiento ni ningún atisbo de compañerismo o amistad entre aquellos con los que trabaja cada día. A lo largo de la película, se demuestra que no solo sus manos son grandes, sino que su corazón también tiene mucha capacidad y que está deseoso de ofrecer su amistad cueste lo que cueste.

Vanellope von Schweetz: En el trailer se muestra como un personaje divertido y podríamos esperar de ella que fuese un secundario del que quieren sacar provecho gracias a su adorable diseño. Ejemplo: Los trillizos de Brave, que se presentaban como el punto cómico de la película y solo protagonizaron un par de gags bastante decepcionantes. Vanellope es todo lo contrario, desde que Ralph entra en Sugar Rush, se convierte en la gran protagonista. Incluso su historia personal es más emotiva y llamativa que la del propio Ralph.

Vanellope es uno de los personajes más divertidos de la película, pero también en algunos momentos consigue emocionar, ya que es la típica loca y divertida, que aunque esté un poco chiflada, le gusta a todo el mundo. Se podría decir, que tanto Ralph como Vanellope tienen más cosas en común aparte de protagonizar la cinta: Ambos son dos parias en su propio videojuego. La pequeña Vanellope tiene un diseño muy entrañable (quizás pocos personajes de Disney sean más adorables que ella) y que con solo pronunciar una palabra ya la coges cariño.

En la película, ella es una "glitch", es decir, un error del juego que ansía formar parte del juego, aunque el resto de sus avatares la den de lado y no tenga la más mínima oportunidad.

El momento más emotivo de la cinta, lo protagoniza ella, ya que con su increíble expresividad, consigue emocional al espectador en la escena en la que Ralph, para protegerla, destruye el vehículo que con tanta ilusión construyeron juntos.

Félix Jr: Este simpático secundario es el protagonista del videojuego del que sale Ralph en busca de su sitio. Es el único personaje que dialoga con Ralph de manera afable, aunque sea el villano de su mundo. Al igual que Vanellope, es enormemente expresivo y una de sus características principales y graciosas son sus botes típicos de un juego antiguo de arcade. A lo largo de la cinta y tras salir de su juego en busca de Ralph, se produce un cambio en el personaje, ya que de ser el ídolo de su mundo, pasa a ser despreciado y rechazado por la fría, Sargento Calhoun, de la que posteriormente se enamora. A pesar de la nostalgia de muchos, entre los que me incluyo, por no ver a Super Mario, Félix cubre perfectamente el hueco de este, siendo un pequeño hombrecillo que aparte de reparar cosas puede dar momentos desternillantes y desatar su pasión cuando le sacan de su hábitat.

Sargento Calhoun: La que en un principio podía parecer la verdadera villana de la historia, resulta ser un personaje con una gran carga sentimental y un pasado difícil (que se explica perfectamente en la película, mediante flashbacks) que la lleva a ser la fría y recta sargento del videojuego "Hero's Duty". Su profesionalidad la lleva a escapar de su mundo en busca de un malvado virus, desatado por Ralph cuando este se introdujo en su juego en busca de una medalla para ser aceptado. En Sugar Rush conoce a Félix, con el que mantiene una relación amor-odio y con el que al final contrae matrimonio.

Cabe destacar la diferencia entre el diseño de los personajes del mundo de Ralph, más clásicos y con peores gráficos, con los de un videojuego tan actual como Hero's Duty que tiene una mayor definición y están llenos de detalles.

Rey Candy: La gran sorpresa de la película es el rey de Sugar Rush, un competitivo corredor del famoso juego que tras esa imagen de hombre piadoso y dulce se encuentra el auténtico villano de la cinta. Durante algunos momentos nos hace creer que se preocupa por Vanellope y que si no quiere que esta participe en las carreras es por su propio bien, pero después se descubre que es Turbo, un usurpador que muerto de celos al ver que los niños dejaban a su juego de lado, se cambió de mundo y lo desprogramó para seguir teniendo el protagonismo que perdió en su día.

La película rebosa de originalidad por todos lados, pero una de las cosas que más me han llamado la atención es la zona recreativa que une los juegos simulando una estación de tren. Aquí se encuentran mendigando los personajes de los juegos que han sido desenchufados por haber pasado de moda. También cabe destacar que los personajes de todos los videojuegos pueden moverse por diversos mundos bajo la premisa de que si mueres fuera de tu mundo, te desprogramas en el tuyo.

La Banda Sonora va muy acorde con cada una de las escenas de la película y aunque no sea un filme musical, el score es muy bueno, al igual que la canción de los créditos interpretada por Auryn, que una vez que ves la cinta comprendes su significado.

En mi opinión es la más completa de los últimos clásicos de Disney, ya que no hay ningún personaje que sobre, no tiene momentos aburridos, estás en tensión durante gran parte de la película y tiene un ritmo y los personajes enganchan de tal manera que difícilmente puedes moverte de la butaca. Además de mezclar de una manera magistral momentos cómicos con sentimentales no siendo una película de amor propiamente dicha.

Por último, cabe destacar que pese a tener muchos elementos característicos de Pixar, no pierde la magia de los grandes clásicos de Disney, uniendo brillantemente lo mejor de ambos mundos.

Mi nota 10 / 10.